Tal como se ha venido analizando, la decisión de Ford al lanzar al mercado un vehículo con series deficiencias ponía en peligro la seguridad de sus clientes y de la comunidad en general. Asimismo, el poco interés que antes tenía por el daño que causaban sus operaciones y productos en el medio ambiente le causaron serios problemas. Es así que quienes toman las decisiones en la empresa tienen que afrontar una serie de dilemas puesto que están presionados por diferentes grupos de interés.
De este modo, los dilemas que la empresa tenía que afrontar estaban seriamente relacionados con la conciencia misma de los gerentes, sus clientes, los accionistas y la sociedad. Sin embargo, el sentimiento de culpa tras la decisión tomada por parte de Lee Iacocca se asume que es el dilema mas difícil de superar puesto que estaba en sus manos la decisión de comercializar el Pinto en el mercado pese a los problemas en el diseño o no hacerlo hasta realizar las mejoras y ajustes que se requerían. Es probable que en sus hombros caía la responsabilidad de guiar el futuro de la compañía y si esa hubiese sido una decisión personal otros serían los resultados.
Es indudable pensar que tal decisión repercutiría en la imagen de la empresa ante sus clientes y que probablemente ante una decisión errónea las ganancias de Ford se afectarían. Por ello, la medida a tomar debe ser aquella que minimice el impacto negativo y a la vez maximice los beneficios. Pero, Ford priorizó sus utilidades a corto plazo ante la seguridad de los ciudadanos y los serios problemas legales de derechos humanos que tuvo que afrontar.
De este modo, se evidenció que los valores que tanto se resaltaban dentro de la compañía, pues suponían respeto y mejora continua para sus clientes, fueron claramente dejados de lado buscando ser competitivos en el mercado sacrificando el bienestar de otros. Así, se puede señalar que dichos valores quedaban en el papel, en los manuales que preparaban los gerentes mas no formaban parte de su cultura organizacional pues lo que hacen no es congruente con lo que difunden. Sin embargo, pasado el tiempo y una vez que se había recuperado la inversión, los gerentes decidieron implantar el dispositivo que brindaría mayor seguridad en los usuarios del Pinto.
Por otro lado, es importante analizar la virtu, que en palabras de Maquiavelo son las reglas de nuestra vida pública. Esta incluye la energía y la astucia que se demuestra en las actitudes tomadas para mantenerse activo en la comunidad y poder salir victorioso ante dilemas que se deben de afrontar en todo momento. Por otro lado, también la virtu hace referencia a la confianza y constancia que se debe tener para demostrar ante la sociedad ser una alternativa adecuada que procure el beneficio de sus stakeholders.
Para realizar el análisis del dilema a nivel supra organizacional en el caso Ford es necesario responder a tres preguntas. La primera señala ¿he hecho todo lo que he podido para asegurar mi posición y la fortaleza y estabilidad de mi organización? Ante tal interrogante muchas personas, incluyendo antiguos miembros de la empresa, señalaron que las acciones de la empresa fueron tomadas con gran demora dando a notar que los cambios y ajustes se realizaron solo para limpiar la imagen de la organización y no por el compromiso que se tenía con los clientes quienes al brindarle su preferencia garantizan el éxito actual. Asimismo, las constantes denuncias que afrontaba Ford no sólo por el Pinto sino por otras medidas tomadas causaron incertidumbre en la compañía. Del mismo modo, al indemnizar económicamente a los familiares de las víctimas mortales, se buscaba remediar un error cometido que hubiese tenido un mejor resultado que en lugar de resquebrajar la imagen de la compañía, fortaleciese a la organización.
La segunda pregunta a desarrollar señala ¿he pensado creativa e imaginativamente en el rol de mi organización en la sociedad y en relación con sus constituyentes? Ante tal interrogante definitivamente se tiene que señalar que en los inicios Ford no tuvo ningún interés de solucionar los daños causados a la ciudadanía pese a que los directivos conocían las deficiencias del modelo. Así, los directivos decidieron tomar la opción más económica pero tras haber transcurrido algunos años en los que muchas personas fallecieron o sufrieron la pérdida de algunas de sus extremidades reflejando que la empresa eligió la opción más fácil de tomar si ser creativos para procurar mejores soluciones en beneficio de la comunidad. .
Finalmente, la tercera pregunta señala ¿debo jugar al león o al zorro? En dicha situación Ford debió ser más astuto y jugar como un zorro comenzando por aceptar su error y estando alerta a las críticas y sugerencias que surgían de parte de sus stakeholders. Pues como bien se ha visto anteriormente, el reconocer que se ha cometido un error dando la cara y disculpándose ante la sociedad acarrea más consecuencias positivas que el buscar salidas poco honrosas indemnizando a los familiares por los juicios que se le habían iniciado mas no por una conciencia de culpabilidad por tratar de remediar los errores causados.
Tras el análisis realizado, se puede concluir que las decisiones tomadas no fueron las más adecuadas ya que es probable que otras alternativas pudieran generar mejores resultados. Y como lo señaló Maquiavelo “las cuestiones públicas se juzgan por los resultados” siendo estos en el caso de Ford los menos satisfactorios ante los ojos de la sociedad demostrando una vez mas su poco compromiso con uno de sus principales stakeholders. Sin embargo, esta situación ha ido cambiando con los años pues la empresa ha visto la necesidad de incrementar el compromiso con sus clientes, la comunidad y el medio ambiente por lo que ha venido desarrollando programas en beneficio de comunidades con escasos recursos económicos así como diseñando vehículos que procuren la menor contaminación ambiental al reducir el consumo de combustible. Asimismo, viene ayudando mediante centros educativos y becas a la educación de niños y adolescentes para que ante la precariedad económica en la que viven no vean sus vidas truncadas.